En momentos como estos no perdamos la esperanza.

No dejemos de hacer planes.

No nos rindamos  ante las pérdidas y desgracias.

La vida siempre sigue, y corre, y vuela, aunque la confinemos dentro de cuatro paredes. La vida no es solamente lo que pasa ahí fuera. También cuenta lo que ocurre dentro. El mundo también  es este mundo, el de estar por casa, el del encierro doméstico que nos hace cómplices de la solución y solidarios para frenar los contagios.

Y el resto del mundo, el de fuera, sigue ahí, no se va a ninguna parte. Nos espera para que retomemos el ritmo frenético al que acostumbramos.

Es inevitable estar ansiosos por salir… pero: tranquilos!, procuraremos que para entonces todo esté en su lugar, para recibiros y proporcionaros el escenario para disfrutar en libertad.

Todo saldrá bien, y, mientras tanto… hagamos como que todo va bien.

 

Leave a Reply

You must be logged in to post a comment.